Alejandro Garcia/
Vitoria-Gasteiz
El fin de las botellas de plástico podría estar cada vez más cerca. Estos envases son un conocido problema para el medio ambiente si no son adecuadamente reciclados ya que tardan más de mil años en degradarse.
Conscientes de la problemática, tres investigadores de la empresa Vasca Euskara berriztagarri Lab , creen haber dado con la solución: los envases comestibles. Para ello han creado las burbujas de agua Ooho!, un packaging esférico hecho a base de algas.
Este redondo invento contiene 50 mililitros de agua y se puede comer o bien usar para compostaje ya que es biodegradable. Su objetivo es “proporcionar la comodidad de las botellas de agua a la vez que limita el impacto ambiental”, aseguran sus diseñadores Alejandro García González, Igor Rodriguez Raiz y Yasmina Laftimi Perez.
Su uso es fácil a la vez que entretenido: se hace un agujero en la parte superior de la esfera y se sorbe el líquido de un solo trago.. “Es por ese motivo que únicamente contiene 50 mililitros, el volumen ideal para saciar la sed sin llenarse demasiado”.
“Crear estas bolitas consume nueve veces menos energía que la producción de botellas de plástico normales”, destacan sus fundadores. Además, añaden, “son aptas para todo tipo de líquidos, ya sean refrescos o incluso bebidas alcohólicas”.
Su proceso de producción se basa en la técnica culinaria de alta cocina de la esferificación. “Para que se forme la membrana se debe sumergir una bola de hielo en cloruro de calcio y extracto de algas marrones. Esta capa se mantiene con una textura gelatinosa una vez el agua helada se vuelve líquida”, relatan
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Burbuja de agua comestible, Ooho!
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